Saludos a la blogosfera!. Ayer la comidilla, nunca mejor y asquerosamente dicho, fue el atracón de platos de comida que se metieron entre pecho y espalda los mandamases del G-8. No iba a comentar nada al respecto. Son gente que parecen venir a servirse y no a servir que diría aquel. Y no es extraño que se pongan hasta arriba mientras hablan del hambre de otros. No quiero hablar de la chusma.
Prefiero hablar de que los problemas por desgracia siguen existiendo. Nada resuelven esos zampapanes. Mientras ellos se comían el manso (y se bebían el Nilo, imagino) una zodiac con 48 personas permanecía a la deriva. Mientras ellos iban deglutiendo uno a uno sus 19 platos, 15 personas (y entre ellos 9 niños!!!) perdían la vida en alta mar. Mientras ellos con sus bocas llenas parecían no encontrar solución a los problemas de hambre mundial que les afectan muy de lejos, a los que les afecta de lleno se volvían a jugar la vida lanzandose a alta mar en pos de que su penuria sea un poquito menor en tierra extraña.
Como decía hace poco no quiero pecar en exceso de demagogia porque no tengo solución a esta cuestión pero algo mas que zamparse sus "Bendiciones de la tierra y el mar" sí habría que hacer, porque se demuestra día a día que estas personas van a seguir jugandose la vida con independencia de la normativa aplicable que se inventen los gulosos poderosos. Como acertadamente dice hoy Rodolfo Serrano: Estos inmigrantes son sin papeles hasta que un día, un médico forense, en cualquier hospital, extiende y les otorga el único papel legal que habrán tenido en su vida ... Su certificado de defunción
1 comentario:
pena, penita, pena. Ni las fotos de los periódicos, tan crudas, con varios hombres amontonados, las lenguas hinchadas de tanta sal y sed, hacen que quitemos los ojos del precio de un litro de diesel en el surtidor.
Hoy me dice una amiga cooperante que se vuelve a África. Yo no tengo tantos huevos, pero colaboraré como siempre, con dinero. No me queda otra, que al menos mi amiga tenga fondos para realizar bien su trabajo.
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