Sepulcros blanqueados

Saludos a la blogosfera!. Bueno!. Ya pasaron las estafas en mi semana judicial!. Sólo queda mañana la posible presencia de los medios, aunque hoy he tenido un aperitivo porque en la Audiencia se estaba juzgando al tal Nannysex y las cámaras no paraban de enfocar a todo el que saliera del edificio.

Ha merecido la pena pasar mi cumple rodeado de papelotes para redactar las preguntas más capciosas posibles y sorprender a los testigos de la acusación que iban sólo a hacer leña del arbol caído. Si hay algo que me jode en esta sociedad nuestra es la hipocresía. Esos personajes que cuidan su buena opinión ante los demás pero luego actúan con una inquina miserable. Como decía Benedetti de la hipocresía se habla poco y se practica mucho.

En el mundo judicial este tipo de personajes abunda en demasía. En las negociaciones previas predican una moralidad que luego traicionan a la mínima. Son como los antiguos fariseos del templo que te venden a la que tiene oportunidad. No quedan casi abogados de los que a mi me gustan, de los que te puedes fiar con sólo un estrechón de manos.

Hoy me salió bien la jugada porque uno de los abogados de la acusación particular era de este tipo. A los demas, mi desprecio. No me atreví, pero se merecían las celebres palabras: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!