miércoles, 18 de junio de 2008

Reflexiones


Saludos a la blogosfera!. Después de la gratísima noticia del TC no paro de dar vueltas a la custodia compartida. Lo bueno/malo de esta bendita profesión, como ya he dicho más de una vez, es que ora defiendes a un padre, ora una madre y tus principios han de lograr el equilibrio necesario como para todo en la vida.

No me gustan las madres que piensan que los hijos son suyos por naturaleza, que pueden decidir sobre ellos sin contar con los padres y que como ha ocurrido con las niñas de Fer, les influencian de tal manera en su contra llegando a la ya celeberrima y maldita expresión de Sindrome de Alienación Parental.

Tampoco me gustan los padres que usan a los menores para hacer pupa a las madres y que no saben que hacer con ellos más que llevarlos al Burger o comprarles con regalos. Ellos tampoco ayudan a la defensa de la custodia compartida por su notoria incapacidad.

Quiero compartir las palabras de una cliente a la que defendí ayer. El padre, después de desentenderse de alguna manera de sus dos hijos durante los años posteriores al divorcio ahora ya criaditos quiere recuperar una normalidad que nunca será tal

"Entiendo que después de haber "recuperado tu vida" como gritabas defendiendo hace dos años y medio, ahora quieras colocar de adorno a los niños. Lo comprendo, son maravillosos. Pero también son seres humanos con una vida y unas necesidades que hay que respetar. A mi me ha costado mucho respetar su proceso, su fragilidad en tantas situaciones nuevas. Creo que lo importante es que crezcan expresando sus necesidades y que no les quede secuelas.
Ahora, antes de escribirme mensajes diciéndome a mí lo que tengo que hacer con mi hijo, piensa que a lo mejor ese hijo tiene 13 años y eso es suficiente para empezar a pensar y expresar, y piensa que no todo se soluciona en un juzgado. Que un juez no hace más que equilibrar lo mejor de lo posible con lo que le ponen en la mesa, pero que la vida tiene muchos más matices y que un hijo, unos hijos, son un gran matiz, un matiz que se gesta y se construye día a día, con confianza y valor. Los hijos no son juguetes ni objetos decorativos en una relación de pareja".

Amén

4 comentarios:

PERLA dijo...

Sí, es difícil. Lo peor de alguien es el rencor, incluso si tiene "motivos". Y cuando actúas por venganza o por hacer daño a alguien, todo se envilece, hasta uno mismo. Y da igual si el que utiliza a los hijos es el padre o la madre, eso repercute en todos ellos.
Pero eso nos pasa a todos, si no en un divorcio, sí en la vida cotidiana. No siempre mantienes la distancia suficiente para poder ver las cosas con mesura .... ni siquiera los pragmáticos, ¿eh Yañez? jajaja.
Pero ya sabes Pirata, para eso existe el Yin y el Yang...

El Tigre de Mompracem dijo...

@ Perla
Que vivan los pragmaticos!. Y que vivan los que no tienen una vida "normal"!, y los desterrados!. Je,je,je. Escribiré pronto sobre lo que es normal y lo que no
Un beso

Pd. Después de un día de reflexión creo que la peli de Indiana es buena... y el final es sólo original...

PERLA dijo...

¡Qué vivan!!!! Espero impaciente tu crónica sobre lo que es normal. Pero, ya te digo, yo soy rara!!!!! jajajaja.
Y sí, la peli de Indiana no estuvo mal, pero el final es de chiste, y la cara de pánfilo que pone, también. Con lo que ha sido ese hombre....

Zorro de Segovia dijo...

la peli de Indiana me pareció una p.m., y no hablo sólo de las hormigas equilibristas ...