Vente

Ha llegado a mis manos el archivo de un asunto muy antiguo. Uno de mis primeros temas penales. Ya hablé alguna vez de él. Mi cliente tenía un serio problema con la heroína cuando le conocí una noche de guardia cualquiera. Las veces siguientes en las que ya me llamaba directamente, fueron parecidas. Robos en vehiculos, algún hurto... Y allí estaba yo para ayudarle y él para prometerme una vez tras otra que dejaría el jaco de una puta vez.

Cuando salío el juicio me encontré con un nuevo cliente y con el cumplimiento de su eterna promesa. Había entrado en el Proyecto Hombre y se había desintoxicado. Estaba hasta gordito... y tenía la misma mirada limpia que el primer día que le conocí en esa guardia cualquiera.

Todo salío bien en ese juicio pero tenía otras cuentas pendientes con esta lenta justicia y tuvo que volver a pisar la cárcel.

Hace un tiempo, por un error en el Juzgado, llego a mis manos un escrito del Fiscal solicitando por motivos humanitarios que saliera de la cárcel por su estado terminal debido al Sida que padecía...

Me he acordado de esta bella y dura canción del sinpar Carlos Chaouen que es una sutil metafora del amor y las drogas y su eterna similitud:

Por haberte conocido llevo encima esta condena
pero no quiero abstinencia,
quiero alterar mi conciencia
para que al cerrar los ojos te vea a ti
aunque me muera