martes, 9 de diciembre de 2008

Sobre la muerte


Saludos a la blogosfera!. En este puente, hace dos años, el padre de mi amiga Paloma falleció. Tras un verano de dolor de espalda, de multiples visitas a Urgencias, de diagnosticos convergentes sobre la lumbalgia que padecía; el día de su santo, que es el mío, al levantarse de la cama se rompió la cadera como si fuera de cristal... y entonces se encontró la causa de todos los males: Cáncer de pulmón en estado avanzado con metastasis... No había nada que hacer.

Las angustias, esperanzas y frustraciones que se mezclan en momentos así son dificiles de digerir. La muerte en sí, es dificil de digerir. Te deja una extraña sensación de vacío en nuestra limitada existencia y por ello siempre se postpone el debate sobre ella... salvo cuando te dicen a bocajarro que te quedan dos meses aproximadamente de vida.

En esos dos meses que tuve ocasión de vivir cerca de Paco y su familia me di cuenta de lo importante que es vivir a tope siempre aunque se acerque el final y sobre todo la suerte que hay que tener en esta Sanidad nuestra de dar con personas que a pesar de su función profesional no te tratan como un caso médico digno de simpsosio sino como personas que aún sin esperanzas, tienen motivos para vivir hasta el inminente final.

Me quedo con un mensaje de la autora del libro Sobre la muerte y los moribundos que tuve ocasión de leer hace ya muchos años:

Vive de tal forma que al mirar hacia atrás no lamentes haber desperdiciado la existencia.
Vive de tal forma que no lamentes las cosas que has hecho ni desees haber actuado de otra manera.
Vive con sinceridad y plenamente.
Vive.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. El otro dia, viendo la entrevista que Juan Ramón Lucas le hizo a Raphael, este decía que desde que le habían trasplantado el hígado su vida había cambiado, y de lo que antes apenas se percataba, ahora es lo más importante.
Estamos acostumbrados a dejar pasar por delante de nuestros ojos muchas cosas que, tras una enfermedad, si que nos damos cuenta. Es paradójico y triste que tengamos que pasar por alguna dificultad para darnos cuenta de lo que tenemos. A mi, por ejemplo, me pasó hace tres años, cuando estuve 2 meses en Inglaterra y tenía que cocinar yo. En ese momento aprecié las lentejas de mi madre como nunca antes las había apreciado.
Un abrazo

Abutita dijo...

Qué gran entrada!!...Y que gran libro...
Cuando estaba en la carrera un psquiatra, cn el que estuve de practicas me lo apuntó a lapiz al lado de mis notas de las susodichas practicas.
para los que no creemos en nada, la muerte es algo dificil de digerir.En fin, a mi al menos siempre me ha obsesionado... Más ahora, que le veo la cara casi a diario...
No apreciamos estar aquí... y eso que, como dice siempre mi matemático papá, " La probabilidad de que estemos aquí es CERO"
Así que, ya que somos una paradoja matemática, VIVAMOS!!!!
Cómo dijo Lorca... (pobrecillo, precisamente) " LO UnICO QUE ME IMPORTA; ES VIVIR"

Besos desde el Sur

PD: Yo si que me alegro de conocerte, la suerte es mia compañero :)

Helena dijo...

Cuánta razón tenéis, chicos... Yo, antes de que muriera mi padre, no me planteaba en absoluto el tema. Pero claro, viví su enfermedad, le acompañé en el hospital, vi como la muerte se lo llevaba... El momento más duro de mi vida, sin duda. Desde entonces, la muerte es algo que me preocupa demasiado y, en ocasiones, me aterroriza. Nunca sabes cómo acompañar al otro, nunca sabes qué te depara el destino... Pero si sólo pensara en eso, no viviría tranquila! Así, como bien decís: A VIVIR!!! Y, si se puede, feliz!

Carlos Felipe dijo...

Tigre:

La muerte te deja helado. Cuando se disfraza (cada vez más) en forma de cáncer o de cualquier otra enfermedad además de temor siento impotencia. El drama es mayúsculo. Y es curioso: pese a que desgraciadamente es más habitual, nunca aprendemos. Y siempre recibimos la mejor de las lecciones por parte de aquéllos que lo sufren en sus carnes. Pero nunca aprendemos.

Hoy nos duele y reflexionamos. Mañana, con los nuevos problemas, nos olvidamos y volvemos a hundirnos en la rutina mientras los que ya no están nos recomendaron que miráramos siempre hacia adelante. El mejor homenaje que podemos hacer a estos 'ángeles' que han vivido al lado de nosotros, es aplicar sus consejos.
Sonreir. Siempre hay que sonreir...

Un saludo a todos...

Me ha gustado mucho el post

yáñez dijo...

Tigre a mí la muerte no me da miedo,es algo que tengo asumido y no espero irme a ningún lado ni esperar recompensa por mis actos buenos o malos, sin embargo me da pánico el dolor que se puede llegar a padecer(la primera semana de Enero del 09 tengo cita para dejar hecho mi testamento vital, ya sabes como son los de izquierda del ayuntamiento de mi pueblo), y para recochineo si mi familia cumple mis últimos deseos me van ha estar abriendo y cerrando los aprendices de matasanos hasta que se jarten (y viéndome la colilla, seguro que se descojonan y-o se desovarian que vergüenza).

El Tigre de Mompracem dijo...

@ Nacho

Sí, amigo, vivimos deprisa con constantes quejas por menudencias y es cuando nos vienen las cosas mal dadas cuando nos damos cuenta de lo que tenemos

Un abrazo


@ Abú

La muerte nos hace limitados. Nos consolida como levedad y por eso es un tema tabú. Por ello lo mejor es vivir como decía Federico!

Muaaaks.

Pd. Compartimos suerte!!!. Ja,ja


@ Helena

Sí amiga, es en esos momentos tan duros cuando te das cuenta de qué es lo importante y qué secundario
A vivir!

Un petó


@ Carlos Felipe

La rutina y sus problemas mundanos nos envuelve con demasiada frecuencia. Un palo en forma de desgracia nos pone a mirar hacia delante como nos recomiendan esos ángeles que tan bien denominas

Un abrazo


@ Yañez

Muy buena decisión. Si me dejas como albacea iré contando por ahí que el tamaño no importa!

Un beso