Copos de nieve

Saludos a la blogosfera!. La pasada semana mientras copitos silenciosos de nieve caían sobre mi no me di cuenta de su significado exacto. Ser habitante de esta gran urbe, donde también hay mas radiotaxis que sentimientos, nunca me ha impedido captar señales de auxilio pero esta vez no fue así. Y lo siento. Lo siento mucho.

Todo esto viene a cuento porque la pasada semana quedé en el despacho con una clienta y a la vez amiga, para darle el testimonio de su sentencia de divorcio. En el café posterior hablamos de lo divino y de lo humano. La tristeza estaba reflejada en su rostro, sí, pero era una tristeza serena, de alguien que ha dado por terminada una etapa de su vida, pero que tiene proyectos de futuro, y no de un hondo pesar cercano al vacío existencial.

Al día siguiente, la casualidad hizo que su tío pasara por su nueva casa a hacerle unos últimos arreglos eléctricos y pudiera llevarla al Hospital más cercano a hacerle una limpieza de estomago. La química dicen que ayuda en momentos de vacío pero no deja de ser un arma de doble filo en personas desesperadas.

Según una leyenda afgana cada copo de nieve es el suspiro de una mujer que sufre en algún lugar del mundo. Todos los suspiros suben al cielo, formando nubes y luego se deshacen en trocitos diminutos que caen silenciosamente sobre las personas... Como el otro día...