Derecho de Familia

Saludos a la blogosfera!. Hace exactamente 14 años yo era un pipiolín ávido de conocimientos jurídicos, de experiencias judiciales, con la cabeza completamente abierta a todo aquello que me facilitara las cosas en el largo caminar que pretendía iniciar. Había terminado la carrera de Derecho y me encontraba en la Escuela de Práctica Jurídica. La Escuela era, en aquellos años, la única opción para profundizar en la especialización que yo había decidido emprender: El Derecho de la Persona. El Derecho de Familia y Sucesiones.

Allí conocí a mis maestros. Allí conocí precisamente a la que hoy es mi compañera de despacho y que también fue mi profesora. Allí tuve la fortuna de que me impartiera clase su padre, una eminencia del Derecho de Familia y cuyo despacho tuve la fortuna y el privilegio de ocupar una vez él se hubo jubilado. Allí, entre todos, me inocularon la puta vocación por esta rama del Derecho tan cabrona la mayoría de las veces, donde nadie viene a contarte lo bien que le va la vida.

Hoy, me encuentro al otro lado de la mesa. Hoy soy yo el que intento transmitir a las nuevas generaciones de pipiolos jurídicos la vocación por las personas. Si han elegido esta especialización, quizás no estemos perdidos. Quizás haya mas gente que quiera emprender este viaje a la Ítaca judicial. De momento he llevado a mis alumnas a ver juicios, para que se empapen desde el principio, para que vean la realidad que les espera, para que despierten el dolor de la lucidez de este mundo judicial cuando tratas con personas. Que haya suerte!