miércoles, 18 de marzo de 2009

El sueño de Demóstenes


Saludos a la blogosfera!. Yo hoy pensaba hablar de la Iglesia, de salvar vidas, de linces, pero por prescripción médica me va a ser imposible, ;) así que habrá que cambiar de tema. En una entrevista que acabo de tener me han preguntado por un personaje histórico que haya influido en mi vocación y me he acordado del bueno de Demóstenes y quiero compartir mi admiración por este orador y abogado ateniense.

El joven Demóstenes soñaba con ser un gran orador, sin embargo este propósito parecía una locura desde todo punto de vista. No tenía el dinero para pagar a sus maestros, ni ningún tipo de conocimientos. Además tenía otra gran limitación: Era tartamudo.

Ansioso por empezar, no perdió tiempo en preparar su primer discurso. Su entusiasmo duro poco: La presentación fue un desastre. Fue un gran fracaso. Las burlas acentuaron el nerviosismo y el tartamudeo de Demóstenes, quien se retiró entre los abucheos sin siquiera terminar su discurso.

Cualquier otra persona hubiera olvidado sus sueños para siempre. Demóstenes se tomó las críticas como un desafió, como un juego que él quería ganar. Usaba la frustración para agrandarse, para llenarse de fuerza, para mirar más lejos. Sabía que los premios de la vida eran para quienes tenían la paciencia y persistencia de saber crecer. Pasaron meses y años, llenándose incluso la boca con piedras para forzarse a hablar sin tartamudear, antes de que reapareciera de nuevo ante la asamblea y en esa ocasión la seguridad, la elocuencia y la sabiduría de Demóstenes fue ovacionada por el público hasta el cansancio.

Su persistencia convirtió las piedras del camino en las rocas sobre las cuales levantó sus sueños. "¡¡Animo tú puedes!! Sólo siendo persistente conquistarás tus sueños". Los sueños de un niño tartamudo. Un niño tartamudo como yo lo era de pequeño... quien lo diría ahora...!

4 comentarios:

Helena dijo...

Persistencia. Eso es lo que le falta a mucha gente hoy en día. Me temo que solemos rendirnos demasiado pronto. Pero con un poco de empeño y fuerza de voluntad todos los sueños pueden realizarse.
Te lo digo yo que aprobé el carnet a la 4ª! ajajjaajj (Ah, que ya lo sabías... ;))

yáñez dijo...

Tigre, ¿se llenaba la boca de piedras?, entonces no se le romperían mas que los dientes, no como la inglesa esa de la que tu médico no te deja hablar que se la llena de preservatinis y luego fornican con linces y niños.

Sara dijo...

Una buena historia, Tigre...

Umm, me temo que te tengo un poco abandonado, digamos que la burocracia del desempleo me tiene un poco extresada y sin demasiado tiempo para nada, pero no te olvido, y tu regalo forma parte de todas mis noches... Un besazo,

Verónica dijo...

Me quedo con la moraleja, que a veces se me olvida que es por un sueño que me mantengo firme en un camino un tanto abandonado y lleno de maleza. Pero creyendo. [Hasta que un día ya sea imposible conseguir lo que pretendo y me dé de bruces y me ría y diga: "tonta"]. Lo importante es participar! ^^