jueves, 13 de noviembre de 2008

Pasillos de libertad


Saludos a la blogosfera!. Uno de las peores cosas de este trabajo es la espera. Casi todos los Juzgados señalan juicios por doquier y excepto raras excepciones que se inician a su hora, es conveniente tener altas dosis de paciencia mientras esperas en los pasillos. Siempre he defendido que a los que sufrimos la Justicia tenían que denominarnos también pacientes como los que sufren la Sanidad.

No obstante, algunos pasillos tienen su encanto. Tienen algo especial que es dificil de traducir al principio. Allí nos arremolinamos especies de todo tipo: Abogados de todas las calañas, miembros de los cuerpos de seguridad, clientes de todo pelaje imaginable, testigos que no quieren testificar, otros que quieren ser divos por un día... De entre los diversos pasillos yo prefiero los que dan acceso a los Juzgados Penales. Y es que como decía Ismael Serrano, los peores sitios a las peores horas están llenos de la mejor gente.

Es cierto. En los pasillos penales, los abogados somos algo especiales. Somos los Rolling Stones de la profesión que diría mi amiga Laura. Allí, aunque hay de todo, no abundan tanto los anudados hasta el cuello y gemelos dorados que tienes que sufrir y soportar en otros foros. Allí estamos los que tratamos con personitas en sus peores momentos judiciales. Allí no luchamos por lo material, por el dinero que reclaman los clientes, por algo cuantificable... sino por su libertad.

Y como dice El Quijote: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad se puede y debe aventurar la vida."

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues tienes razón en cuanto a los penales (hay menos pijerío Letrado suelto), pero, qué desesperación las esperas eternas!!!!

Sara dijo...

Qué razón tienes, Tigre, cuando dices que la libertad es uno de los más preciosos dones que nos han concedido los cielos, y que poco conscientes somos de ello. A todos nos vendría bien algún paseo por esos pasillos para ser un poco más conscientes de todo lo que tenemos.

Buena profesión la tuya, aunque mejorada, sin duda, por quien la ejerce.

Un besazo,

yáñez dijo...

Alonso Quijano que grande de España, un poco zumbao, pero quien no lo está no es del todo feliz, y si te refieres a Ismael Serrano el compositor y cantante, me inclino yo a pensar que la frase la dijo refirendose a los baretos de Malasaña y a los cuartelillos de los picoletos
De todas maneras el peor pasillo que yo he visto últimamente en los periódicos, es el de ginecología en el hospital de Arganda, dos embarazadas , una arrodillada y otra de pie esperando ser atendidas por un médico, era una postal que te inducía a acordarte ( por no decir cagarte) del consejero y su jefa.

Abutita dijo...

La culpa, amigo Yañez, no era del ginecologo....

Una vez dicho esto, diré que los pasillos que llevan a la libertad son desesperantes... los tuyos, los mios, los de las comisarias que llevan a los inmigrantes a conseguir determinados papeles...Afortunados aquellos qie logran cruzarlos.

Beso grande desde el Sur

El Tigre de Mompracem dijo...

@ Laura

Pero bueno, eres tú!!!. Que alegría que te hagas presente en este modesto blog!. Bienvenida a esta isla!

Besos


@ Sara

Gracias por el piropo. La profesión es buena si vives lo que haces. Y hay rachillas como en todo!

Besos


@ Yañez

Los baretos de Malasaña y los cuarteles de picoletos se dan cita en mis pasillos más de lo que te pensarías, ja,ja,ja

Un petó


@ Abú

Ahí esta mi tilonorrinca, protegiendo a su profesión!. Ja,ja,ja.

Aún así cuanta razón tienes!. Los culpables siempre están mas arriba pero a nosotros es a los que nos dan los puntapiés. Está en la vocación!. Aún así hay que ayudar a superar con éxito esos pasillos

Muaakks

ROSA ALIAGA dijo...

que vida mas interesante la tuya!!!!
me he reído con lo de se ha escrito un crimen...tendremos que investigar....

El Tigre de Mompracem dijo...

@ Trilce

Ja,ja. Lo de Jessica era de traca!. Me encantaba esa serie. pero nunca entendía como la invitaban a ir a todos los sitios que iba...

Besos