Rachas

Saludos a la blogosfera!. Aquí estoy!. Parecería que he estado unos días de vacaciones pero no. He estado inmerso en mi cuarta mudanza en dos años contando entre despacho y casa pero de eso ya hablaré otro día. Atravieso una de esas rachas en las que todo parece salir mal. Además de mis problemas físicos por el dichoso cólico y la vuelta de mi simpática cojera a lo Gregory House (espero que muy, muy, muy temporal y no tenga que hacer uso de mi bastón...) la tecnología que me permite trabajar se ha puesto en huelga... y salvaje.

El jueves me desayunaba con la trágica muerte de mi fax. Para nosotros el fax es lo que nos comunica con el exterior. Con los juzgados, con los procuradores, con algunos clientes. En fin, golpe seco en la línea de flotación. Por fortuna mi compi de despacho tiene otra linea y he podido poner un parche a la situación. Ante los precios del arreglo y de un nuevo fax, creo que tendremos una nueva maquinita en la oficina aunque no estamos para muchos gastos pero bueno...

Pero lo peor ocurrió el viernes. Tras una entretenida comida con mis piratas en el Valle del Kas mi ordenador me esperaba para darme el golpe de gracia. No arrancaba ni p´atrás y los sudores fríos inundaban mi espiritu. Dios mío!. Toda mi vida profesional en un disco duro inaccesible!. Cuando es la última vez que he hecho copia de seguridad?. Uff. No puede ser!. Son señales que me indican que debo dejar esto?. Ya son tantas cosas!.

Mi buen amigo Fons obró el milagro ayer noche a las tantas y he salvado toda mi información. Uff. Qué miedito!!. Soy optimista por naturaleza pero hay rachas que te hacen dudar de tu suerte!. Lo bueno es que rápido opto por coger el lado positivo de todo y me reconcilio en un instante con la vida gracias a las pequeñas cosas cotidianas. Tan insignificantes a simple vista y tan importantes para mí!.