Saludos a la blogosfera!. Vuelve septiembre y con él los problemas económicos de cada año por estas fechas. Los que piensan que los abogados se forran se refieren a otro tipo de abogados, claro. Vuelvo a no ser tradicional y me doy cuenta que nunca me haré rico con esto. A veces pienso si podré sobrevivir siquiera. Por qué sigo en un trabajo que no me da todo el dinero que se debería esperar pero sí un "éxito profesional" detras de otro?. No se. Os regalo una bella anecdota de Gandhi para intentar explicar... lo que nunca consigo explicarme.
En 1888 Gandhi fue a Inglaterra, donde estudió Derecho. Una vez iba caminando por una calle de Londres, fue sorprendido por un chaparrón de agua y empezó a correr para huir de la lluvia y logró refugiarse debajo del alero de un lujoso hotel donde se quedó parado mientras pasaba el vendaval. A los pocos minutos apareció una lujosa limosina y de ella salió un magnate inglés con unas maletas. - ¡ Oye tú ! Agarrame las maletas! - grito el británico a Gandhi. Al darse cuenta de que era con él con quien hablaba el potentado, se acercó a cargarlas. El inglés le órdenó que lo siguiera hasta el cuarto piso; él subió por el asensor y el hindú por las escaleras porque en esa época los hindúes eran considerados menos que los demás.... Una vez que Gandhi dejó las maletas en el sitio indicado, se dispuso a retirarse. - ¡ Indio ! Cuánto te debo? - dijo el magnate- - Señor, usted no me debe nada - contestó cortésmente. - Cuanto me vas a cobrar por subirme las maletas?- insistió el hombre. -Señor - repitió Gandhi-, yo no voy a cobrarle nada. -Tú trabajas aquí? no? No señor, yo no trabajo aquí; yo estaba en la puerta esperando que dejara de llover para continuar mi camino. -Si tú no trabajas aquí, por qué subistes las maletas? - Porque usted me pidió que lo hiciera.... y lo hice. - Bien, bien...pero entonces, ¿cuánto me vas a cobrar? - Señor ya le dije, no le voy a cobrar nada y nunca pensé en cobrarle. - Si tú no pensabas cobrarme nada - dijo nuevamente el inglés -, entonces por qué me subistes las maletas?! - Señor- expresó el futuro Mahatma - yo le subí las maletas por el inmenso placer que me causa el colaborar con los demás, porque para mí ayudar es un placer.
Después de esto, que quizás es excesivo en estos tiempos en los que nos toca vivir, nos dejaría este pensamiento que a veces creo que utilizo para seguir adelante: "Todo los placeres y satisfacciones palidecen y se convierten en nada ante el servicio abnegado que se presta con alegría. El trabajo no se paga con dinero sino con placer de servir a los demás. El dinero cubre las necesidades, mientras que el servicio a los demás proporciona satisfacción personal. No existe un sueldo en el mundo que sea capaz de pagarte lo que tú estás haciendo, porque el dinero que te dan como salario no es para retribuir tu trabajo sino para que sigas trabajando en lo que estás haciendo. El oficio no se paga con dinero y nadie te lo puede remunerar; tú eres el único que te puedes recompensar con la satisfacción de hacer bien las cosas"
2 comentarios:
BRAVO
Te contaré ( y va ha ser largo) que tengo un amigo fotógrafo, y que como todos los de su profesión se gana las judías haciendo todo tipo de fotos, reportajes, etc. Un día tenía que entregar con urgencia en un sex-shop el book de una mujer exibicionista (striper)y como yo tenía moto y no me venía mal me ofrecí a entregarlas en menos de 10 minutitos en mano a la señora, cuando llegué (me recibio en bata) y se las entregué en mano me ofreció 10 euritos de propina, dinero que me negué aceptar por estar haciendole un favor a un AMIGO, ante la insistencia de la mujer y no teniendo la capacidad de reacción de Gandhi, los cogí y dudé en gastarmelos en la cabina de la señora para devolverselos o en una cervezas con el fotógrafo. Has acertado Tigre, a la señora la había visto ya en pelotas
(en las fotos que transporté)y tomándome unas cervezas con el fotógrafo nos pasamos un rato de risa que para que.
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