miércoles, 6 de mayo de 2009

Condición humana


Saludos a la blogosfera!. Como os digo muchas veces, por mi profesión casi nadie viene a contarme que le va fenomenal en su vida. Cuando alguien viene a visitarme, profesionalmente, viene acompañado de un problema, y junto a él, varios tributos que forman parte inexorablemente de la condicion humana tales como la codicia, la envidia, el rencor... Creo que los temas de herencias se llevan la palma. Es entonces cuando todo lo peor de cada uno sale a la luz en beneficio propio. Y si entre hermanos se llevan bien... ya están los cuñados/as para "arreglarlo". Raramente se da un caso como el que quiero compartir:

"Dos hermanos, uno soltero y otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo producía abundante grano, que ellos se repartían a partes iguales. Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en que el hermano casado empezó a despertarse sobresaltado todas las noches, pensando: "No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo tengo mujer y cinco hijos, de modo que en mi ancianidad tendré todo cuanto necesite. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea viejo?, Necesita ahorrar para el futuro más de lo que actualmente ahorra, porque su necesidad es evidentemente, mayor que la mía."Entonces se levantaba de la cama, acudía sigilosamente adonde su hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.

También el hermano soltero comenzó a despertarse por las noches y a decirse a sí mismo: "Esto es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se lleva la mitad de la cosecha. Pero yo no tengo que mantener a nadie más que a mí mismo. Es justo, acaso, que mi pobre hermano cuya necesidad es mayor que la mía, reciba lo mismo que yo?. "Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero del hermano.

Un día, se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron uno con otro, cada cual con un saco de grano en la espalda...". De este tipo de clientes tengo pocos!...

7 comentarios:

De pensamientos y sueños dijo...

qué bonita historia ... yo, por mi profesión, también veo en muchas ocasiones peleas por herencias ... muy chungo ver hasta donde somos capaces de llegar.
Por cierto, hoy cuando he entrado a "verte" me ha salido la canción de Chueca ... gracias, porque en ese momento me ha venido de maravilla ... gracias por tus post, eres un crack!

Mimipuentes dijo...

Tigre...conmovedora historia.
Mis padres nos criaron a mis hermanos y a mi, para que pensaramos como estos hermanos...y así ha sido...de la misma manera crio a mis hijos...sabiendo que "lo importante es invisible a los ojos"...el tiempo lo dirá.
Un beso

Anónimo dijo...

Que bonita historia, ojalá se repitiera en más ocasiones, porque es cierto que el ser humano tiende a ser egoísta por naturaleza y pocas veces pensamos en los demás.

Gracias por recordárnoslo, y por hacerme ver la suerte que tengo por estar rodeada de personas que si hacen mucho por las personas que les rodean.

Un saludo

Yäñez dijo...

Tigre de estos casos pocos, pocos, yo te contaré una de cruda realidad. La primera vez que entré en un cementerio fue en un pueblo precioso de Extremadura al pie de Gredos al que acudía fin de semana sí y fin de semana también, siendo un adolescente de quince años imagínate, hasta ese momento las necrópolis me daban repelús incluso de lejos, me convencieron y par que no me tacharan de acojonado me dejçe llevar, al entrar por una puerta enorme de dos hojas hecha de hierro y sujeta a una tapia blanca, lo primero que me enseñaron no fue un panteón de alguien famoso o una escultura de esas que tanto gusta a los vivos poner encima de sus muertos, no que va, fueron dos nichos, uno a la derecha y otro a la izquierda de la puerta de entrada, y en cada uno grabado en la lápida un nombre diferente pero con los mismos apellidos, y con epitafio que decía “ muerto por su hermano por la herencia”, me salió del alma decir: que se jodan por pringaos, han destrozado una familia que encima seguro que la dejan con pasta que ellos no van a disfrutar, a partir de ese día sólo llegaba hasta la tapia y si iba acompañado de una mujer valiente.
Por lo dicho hermano te podías invitar a comer el viernes y yo te invito al caldo de conejo.

Zorro de Segovia dijo...

ya ves, buena familia pero sin comunicación. Dónde esté discutir las cosas delante de un vaso de vino ...

Puntxis dijo...

Aún hay esperanza... :)

Abutita dijo...

eso eso, con buen vino... jejeje
Aqui tengo, por cierto.... :D

preciosa historia amigo, de esas que nos reconcilian con la humanidad