Saludos a la blogosfera... al fin!. Siempre se ha dicho que los abogados somos unos mercenarios, unos piratones que al oler el dinero actuamos sin más miramientos. Yo como soy pobre pero honrado puedo actuar de otra manera. Me gusta ganar juicios y también ganar dinero. Pero sobre todo me gusta poder dormir por las noches con mi conciencia intacta.
Mi nueva cliente del pasado post del 21 de abril ha pasado a mejor vida. No!. No se la ha cargado ni el marido...ni su abogado... aunque éste se ha quedado con las ganas, no creais.
Ayer tuvimos un juicio rapido por una presunta agresión del marido. Había sufrido muchas mentiras de mujeres que se dicen maltratadas pero siempre desde el otro lado del banquillo, nunca la había tenido que defender. Y ayer fue la primera. Mi clienta me dijo que si su marido no hacía lo que ella quería mentiría para que no viera mas a su hija...
La tensión en mi rostro era patente pero al final el resultado fue para dejar ojipláticos al juez, al fiscal, al abogado contrario y al que suscribe. El juez y el fiscal creyeron su versión (a pesar de acreditarse que ella había llamado 244 veces en mes y medio, como lo oís, no es exageración, a un señor con el que no podía contactar) y estaban dispuestos a ponerle la pulserita de marras para su protección pero ella toda digna desde su trastorno bipolar manifestó que quería pedir que se retirara la orden de protección... Que??. Miedo al marido?. No. Teníais que verle... El juez, buen amigo ya después de batallas reincidentes me mira pidiendo una explicación a lo que sólo puedo subir mis hombros cargados.
A la salida me explica la jugada: Con la orden de protección su abogado y su familia no le dejaban hablar con ella y así no podía manipularle!!!!. Uff
1 comentario:
Madre mía de mi vida que especimen, ppero no me creo que puedas dormir tranquilo pirata, alguien te solicita para darte información y no acudes(malo malo malo eres, tú sólo llamas a quien tú quieres) esto es una mala versión de BB, ppero me gusta el retorno del pirata.
Publicar un comentario