miércoles, 28 de mayo de 2008

Mari Luz


Saludos a la blogosfera!. Cuando ocurren cosas trágicas como a la pequeña Mari Luz, y sólo entonces, es cuando los que tienen oportunidad de sanar esta Justicia nuestra, se ponen a ello. Sólo lo intentan y con el paso del tiempo se resume en una Ley mas o menos mal hecha y poco mas pero no se soluciona la corrupción de la Justicia. Ojo!. Como diría mi maestro, no hablo de corrupción de Jueces o funcionarios. Hablo de corrupción general de todo el sistema de administrar Justicia. Corrupción anónima en la que todos los que formamos parte de ella participamos en mayor o menor medida.

Nos pasa como a los peces con el agua, que al vivir dentro de ella ni siquiera la ven. Porque no me digais que todo no contribuye al caos: el inmenso papeleo, el sinfín de trámites innecesarios y sobre todo, ese lenguaje críptico y aberrante que le cae encima al ciudadano cada vez que tiene que tratar con la Justicia.

El problema de raiz es que no se entiende la Justicia como un servicio público. La Justicia nació como una imposición del poder hacia el subdito y no acabamos de entenderlo como algo que el ciudadano se da a sí mismo para hacer posible la convivencia.

Del tema de Mari Luz me quedo con la actitud loable de los padres. No os olvideis de una máxima en nuestra cultura: Cuando los hombres pierden la fe en la Justicia erigen en Ley la Venganza. Pese a todo lo que han pasado, ellos siguen manteniendo esa fe que algunos ya han perdido

2 comentarios:

yáñez dijo...

Los padres de la niñita creerán en la IUSTITIA, ppero yo pienso que al asesino pederasta le van a dar matarile en no tardando mucho, claro está que primero le van a romper los dientes para que no pueda morder, después le van a tener que atar los garbanzos unos a otros para que no se le caigan según se los come, le van a quitar las arrugas de la cara de tanto estirarle de las orejas y así una larga temporada y un día aparece colgado por la gracia de Dios en la celda en la que estaba solo .

El Tigre de Mompracem dijo...

@ Piratón portugués
Temomelo muy seguramente, compañero!. La venganza al fin y al cabo siempre se sirve en plato frío