Saludosss corrdialess. Cuando me cambié de despacho una fiel amiga me regaló un cuadro con la fotografía de un león de cuando estuvo de luna de miel por territorio africano. Mi entonces reciente secretaría me dijo que le encantaba el cuadro que me había regalado mi mujer. Tras sacarle (lamentablemente!) de su error, mi amiga se quedo, creo que ya para siempre, con el sobrenombre de la Chica del León.
Siempre he dicho que por la Chica del León me dejaría sacar toda la sangre... y hoy incluso casi hipoteco mi carnet profesional. Seguro que no es para tanto!. Hoy tenía una declaración judicial en un asunto suyo de indole empresarial. El personaje que declaraba ha caido en muchas contradicciones que le acabarán condenando pero para liberarse un poco ha dado el nombre de la Chica del León, imagino que con animo de meterla en problemas.
Algún lejano día contaré cómo se hacen estas cosas pero para ser un buen abogado de sucio asfalto tienes que tener recursos... y amigos hasta en el infierno. Así que en la copia definitiva de la declaración de ese sujeto, por arte de magia no hay referencia ya a la Chica del León. El abogado contrario (pardo, pardo!) ha ayudado con su despiste. Las palabras de su cliente se la ha llevado un viento terrible que esta mañana asólo Plaza de Castilla. Uff!
1 comentario:
no puedo aprobar tu actitud Tigre pero claro, es de felinos ayudarse ¿no?, y también de otros bichos, así que si precisas la ayuda de un cánido voluntarioso y algo salvaje ...
Publicar un comentario