Saludos a la blogosfera!. Mientras tomaba café con una vieja amiga se nos acercó otro amigo, un méndigo que pedía cerca de mi antiguo despacho. Después de las presentaciones y de preguntar por las familias como siempre hacíamos, entramos en el bar y le invité a comer. Mi amiga quedó perpleja, (sobre todo por el abrazo y por preguntar por las familias), y luego ya solos, estuvimos comentando que a ella le gustaba ayudar también pero que pensaba que poco se conseguía para sacar a mucha gente de su penosa situación. Lastima que no recordé este cuento que aquí le dedico porque sé que me lee.
En un lejano paraje de sol y de paz, se hallaba un escritor que vivía junto a un pequeño poblado de pescadores. Amante de los silencios y de la contemplación de la naturaleza, todas las mañanas solía caminar al alba por la orilla del mar, observando el sol que pleno de vida y fuerza le enviaba las más bellas inspiraciones. Sucedió que un día, encontrándose paseando por aquella desierta playa, divisó a una joven que, por sus movimientos, parecía estar bailando sobre la orilla. Poco a poco, conforme se fue acercando, comprobó que se trataba de una hermosa muchacha que recogía las estrellas de mar que hallaba en la arena y, las devolvía al Océano con gracia y ligereza.
"¿Por qué hace eso?", preguntó el escritor intrigado."¿No se da usted cuenta?", replicó la joven. "Con este sol de verano, si las estrellas se quedan en la playa, se secarán y morirán."El escritor no pudiendo reprimir una sonrisa, contestó: "Joven, existen miles de kilómetros de costa y centenares de miles de estrellas de mar... ¿Qué consigue con eso?. Usted sólo devuelve unas pocas al océano". La joven tomando otra estrella en su mano y mirándola fijamente, dijo:"Tal vez, pero para ésta ya he conseguido algo..." y la lanzó al mar. Le dedicó una amplia sonrisa y siguió su camino. Aquella noche, el escritor no pudo dormir... Finalmente cuando llegó el alba, salió de su casa, buscó a la joven a lo largo de aquella playa dorada, se reunió con ella y, sin decir palabra, comenzó a recoger estrellas y devolverlas al mar...
A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar... pero el mar sería menos si le faltara esa gota!.
7 comentarios:
Jo, que bonito... Como siempre :D
Cuánta razón!!!
Y qué gran corazón, Tigre!!!!
Aunque no se pudiera hacer demasiado, ¿Y lo importante que es eso para ti?
Soy de la misma opinión: una gota de agua muchas veces colma el vaso. Y granito a granito, se eleva una montaña.
Un besazo!!!
Como decía aquel anuncio, tacita a tacita ... opino lo mismo, lo que no hay que hacer es dejar de hacer las cosas porque pensemos que no conseguiremos nada.
Un beso!
hay muchas formas de contarlo pero sin duda tú lo has hecho de una forma preciosa
Madre mía, quién estuviera en esa playa!!! ... aunque fuera recogiendo estrellas, :)
Crack. Eres el puto amo. Y pensar que a veces desperdicias una buena acción invitándome a comer a mí. Qué suerte tengo de ser tu amigo. No sabes cuanto te quiero.
yo tambien te quieeeerroooo mucho tigre!!!!!!!!!
MUUAKS
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