martes, 8 de septiembre de 2009

Que vuelva la Justicia


Saludos a la blogosfera!. Ayer recibí a última hora de la tarde a Guido. Guido es un boliviano canijillo, chaparrito, que salió de tierras andinas con una mano delante y otra detrás pero con ganas de sacar adelante a sus padres y a su mujer que, como él dice, iba a tener familia. Independientemente de los estudios que poseía se puso a trabajar en la construcción haciendo obras de albañilería junto a otro compañero de fatigas. Guido no pudo renovar su visado y eso le colocó en una situación de inferioridad aunque su espiritu confíado no lo supiera.

Y le colocó en esa situación, el hecho de que se cruzara en su camino un individuo al que llamaremos Ramón (mas que nada porque pega con cabrón...). Ramón contrató a Guido y a su colega para que le reformaran su lujoso chalet de dos plantas, trabajando a destajo por 40 euros al día. Después de 3 meses de duro esfuerzo y con el trabajo hecho, Ramón se negó a abonarles su trabajo. Son tiempos de crisis y ahora no tiene mucho dinero para pagar y menos a ellos. Así que le dejen en paz porque si se ponen tontos les denuncia por ilegales y les mandan a su tierra de la que nunca debieron salir...

El compadre de Guido no quiere problemas y ha renunciado a sus derechos a cambio de tranquilidad. Pero Guido no. Él ha hecho todas las gestiones para conseguir un abogado de oficio y lo ha conseguido y so pena de algún que otro riesgo quiere hacer justicia y para eso me he cruzado en su camino. Con asuntos como este la palabra Justicia vuelve a tener un significado especial

3 comentarios:

Helena dijo...

Sí, luego hablan de igualdad e integración... ¡Hoy hemos coincidido en el tema, aunque con distintos ejemplos!
Un besoteeeeeeeeee =)

Yáñez dijo...

Que putadas hacen los cabrones, pero digo yo, ¿no habrán currado 10horas al día seis días a la semana durante tres meses sin pedir a cuenta o a mes vencido?, si es así el próximo verano llamo a Guido y me ahorro el trabajo y los materiales, que me he pegado un verano de currar que ahora necesito un abogado, un osteópata y algún alma caritativa que me dé cariño (preferiblemente mujer).

Pandora dijo...

Acabo de leer en un comentario a un post que colgué en mi blog que nadie es ni muy bueno ni muy malo... Opinión con la que no estoy de acuerdo y mira por dónde, visito tu blog desde el de Abutita y me encuentro con esta historia vergonzosa y triste.

Sigo pensando que hay gente intrínsecamaente mala.

Espero que el individuo en cuestión encuentre su merecido.

Suerte!