jueves, 10 de septiembre de 2009

Nadie debe dormir


Saludos a la blogosfera!. Como continuación de la bella interpretación de ayer, ahí va esta hermosa historia: Existía una cruel princesa china cuya belleza era tal que muchos deseaban su mano en matrimonio. Sin embargo, ella insistió en que para alcanzar el éxito, los pretendientes debían responder correctamente tres acertijos. Quien fallara en la prueba... sería ejecutado! y muchos hombres murieron por eso. El príncipe Calaf, héroe de la historia, era el hijo del exiliado Rey de Tartar. Como muchos otros antes que él, Calaf cayó víctima de la belleza de Turandot y, contra todos los consejos, se ubicó primero para la prueba de los tres acertijos.

Tuvo éxito, pero descubrió que, haber ganado su mano de esa manera no era suficiente para ganar su corazón. Ella trató de echarse atrás sobre lo acordado pero, aunque su padre, el Emperador, insistió en que ella debía cumplir su promesa, el príncipe Calaf, muy galantemente le ofreció una opción de evitar el matrimonio. Con la condición de que ella adivinara su verdadero nombre por la mañana, él la dejaría romper su promesa y ella tendría derecho a ejecutarlo. Inmediatamente, la princesa decretó la prohibición de dormir para todos sus súbditos con el objeto de maximizar la ayuda para poder descubrir el nombre de Calaf.

En este punto de la ópera Calaf canta la famosa Nessun Dorma (Nadie debe dormir), proclamando su voto de amor, el que ella sólo podría conocer su nombre de sus propios labios y para entonces sería su esposa. Incluso luego de un gran esfuerzo, Turandot no fue capaz de descubrir el verdadero nombre del príncipe Calaf y de esa manera el voto de amor de Calaf se cumplió...

No hay comentarios: