lunes, 31 de agosto de 2009

Raíces


Saludos a la blogosfera!. Volvemos a la rutina con energías renovadas!. Hemos cargado las pilas lo suficiente para emprender este nuevo año profesional que tenemos por delante. Para renovar esas pilas hay personas que han preferido descansar en la playa, otros en la montaña. Algunos han preferido viajar a lugares lujosos y muchas veces fuera de su alcance económico, quizás sólo por hacerse notar y otros, sin embargo, han decidido hacerlo mejor en casita, volviendo a las raíces. Orgullosos de ellas. Sin necesidad de nada mas:

Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque. Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz. En cambio un laurel dijo: "Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten". Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros. El laurel sufría a cada instante sus burlas. Se reían de él, señoreando sus flores y perfumes, meneando el abundante follaje.- "¡Laurel !... ¿para qué quieres tanta raíz? Mira a nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza. ¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate sólo de ti!". Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes.

Un buen día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los árboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban no pudieron evitar que el viento los volteara. En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas. Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces... En esas por las que nunca mas nos sentiremos desarraigados...

3 comentarios:

Helena dijo...

y cuánta razón tiene el laurel...

Abutita dijo...

Buaf!! Sentirse desarraigado...qué cosa tan triste...

Los que vivimos en sitios diferentes a nuestros orígenes sabemos lo que es eso. No obstante, pensando mucho sobre el tema, debido a mi crisis de desarraigamiento de este verano, he llegado a la conclusión de que, el maldito Ismael urgante de basuritas, una vez más ( qué cabrón) tiene razón... Las ciudades son mundos si se ama a sus habitantes. Por muy poco que nos guste un sitio, podemos sentirnos de él si queremos a las personas que en él habitan.

En fin, corto el rollo, que me empico...

Mil besos desde el Sur

El Tigre de Mompracem dijo...

@ Helena

Y cuantos arboles hay como los otros que sólo se mueven por las apariencias!!.

No se por Catalunya pero en la capital abundan...

Petonets


@ Abú

Mira que te digo que te pases a Shakira y tu dale la matraca con los urgantes Ismael, Damien y compañía...!!!. Ja,ja,ja.

Bueno, pues a ver si viene el Judío y así quieres a mi tierra!...

Es bromita!!!!. No te empiques, no te empiques!. Ja,ja

Muaaak