lunes, 2 de noviembre de 2009

Neverending


Saludos a la blogosfera! Aquel verano no era distinto de los anteriores. Entonces no había veraneo en la playa, sólo el viaje al Sur para ver a la familia de su madre y comprobar en sus carnes el significado de la palabra calor. Pero aquel verano sí fue distinto. Le encantaba leer y aquella Historia le había atrapado. Se sentía totalmente identificado con el personaje de Bastián y ese verano de sofocante calor haría realidad una de las historias fantásticas que revoloteaban en su cabeza.

Una mañana, mientras se dirigía a una fuente cercana para beber agua y seguir leyendo su historia, se encontró con un perro que se había soltado de su pequeña ama y que se abalanzó sobre él y empezó a ladrarle. Los ladridos no se detenían y entre ellos, en un momento, empezó a escuchar una voz que le resultaba conocida aunque nadie más estaba a su alrededor. "Soy yo, no me recuerdas?". "Estoy con ella, con la Hija de la Luna, tampoco la reconoces?". Él miraba sorprendido a su alrededor y no veía a nadie… hasta que apareció una pequeña niña que con su lengua de trapo gritaba el nombre del perro: "Atreyu, Atreyu, donde estas?"

En ese momento, todo pareció detenerse. El médico que le atendió después les dijo a sus padres que habría sufrido un golpe de calor y por eso después de recuperarse del mareo contaba esas historias tan raras. La imaginación del chaval no tenía límites pero en el momento en que la vio se dio cuenta de todo. Los ojos color oro de la Emperatriz Infantil se habían tornado de otro hermoso color pero rápidamente los reconoció y lo recordó todo.

Con el paso del tiempo, y ya no sabe si por casualidad o causalidad, el chaval, ya entrado en años aunque con el mismo espiritu de siempre, volvió a ver esos ojos que nunca olvidará y supo que se conocían de una historia interminable que había tenido lugar en Fantasía.... Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión...

2 comentarios:

Abutita dijo...

:)

Atreyu debió quedarse más tiempo, y dejarnos un Auryn a cada uno, para tenerlo siempre presente.

Gracias por esta bonita historia, GRACIAS!!!

Besos desde el Sur

De pensamientos y sueños dijo...

Simplemente precioso