Cada vez que cerraba los ojos y el sueño se apoderaba de él viajaba a otro planeta donde todo era distinto, alejado de la imperfección que le asolaba y que le impedía ser feliz.
Todo era perfecto allí. Tanto, que olvidando incluso como había llegado allí o para qué, deseaba no regresar de ese planeta donde había encontrado todo lo que anhelaba y sus sueños se habían hecho realidad.
Había encontrado algo, que alegraba sus días y en ese lejano y remoto planeta había descubierto incluso a un ser encantador con el que había conectado y con quien podría compartir su destino.
Pero cada vez que abría sus ojos volvía a la realidad de cada día y ese planeta estaba lejos, ese ser tenía su propia vida lejos de él y todo lo anterior estaba sólo en sus sueños...
jueves, 4 de marzo de 2010
Avatares
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2 comentarios:
Mola Avatar, esta to currao.
Que triste...pero que real.
Un beso
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