Picapleitos

Saludos a la blogosfera!. Lo lamento, pero no me siento como uno más de "ellos". Y es que cómo me repatean los abogados que se creen superiores por el hecho de ponerse una corbata cara, unos gemelos dorados y ponerse a utilizar palabras indescifrables para el pobre mortal de turno. Miran con un gesto de altivez propio de otras épocas y hablan como si la razón fuera de su única propiedad, gustándose y regústandose de todo lo que explican con ese falso aire de eruditos sin darse cuenta que, sobre todo su cliente que en teoría debe ser los más importante, no se entera de nada.

Pero les da igual. Ellos cobran por la apariencia, por el status. A las Salas de Justicia no suelen ir a defender los intereses de sus clientes sino a que los demás tengamos la fortuna de enfrentarnos a ellos en un estrado y que los presentes puedan escochar sus finos e ininteligibles vocablos. Pero cada vez más, se pone a cada uno en su sitio y estos abogados tan pedantes hacen que ni los propios Jueces entiendan sus rebuscadas pretensiones y les castiguen con sus sentencias...

Shakespeare pone la siguiente frase en boca de un allegado a Enrique VI al llegar al trono, toda una declaración de intenciones: «La primera cosa que haremos será matar a todos los abogados.» Y la verdad que a veces viendo a insignes colegas pienso que no le faltaba razón...